Leí una crónica de Juan Guillermo Romero sobre el café en Medellín. Entre todo lo que comentaba Romero me llamó la atención una reseña sobre una pequeña cafetería en el sector conocido como El Hueco. Me di a la tarea de encontrarla porque los datos eran muy interesantes. Por ejemplo, se describía que lo que parecía una tienda normal, que podría pasar hasta por un bar sencillo, era en realidad una compra de café que saca de apuros a los cultivadores del grano en Medellín y los municipios aledaños. Según el informe, a la cafetería llevan los campesinos la cantidad que quieran, así sea un kilo se lo compran sin problema.
Luego de dar algunas vueltas pude llegar a un parqueadero llamado El Galante donde podría ubicar el sitio que me interesaba. Así fue como encontré un lugar que pasaría desapercibido para cualquier parroquiano. Es una esquina con una ventana y una vitrina con fritos, algunas sillas plásticas, mesas metálicas y una barra donde atiende una mujer que despacha los pedidos de tintos y mecato que le pide la clientela, eso era todo, ¿pero un negocio de compra de café? no lograba descifrarlo.
Daniela Salazar es la persona encargada del lugar y fue ella quien me explicó, que, junto a su esposo, Sergio Mosquera, montaron hace cinco años este negocio que se dedica a la compra y venta de café. Trabajan todos los días de 5 a.m. a 5 p.m. Mientras me tomaba un tinto que me supo muy rico, balanceado, nada de sabores a tabaco o llanta quemada, como suele suceder en muchas cafeterías del centro que venden las marcas comerciales populares, me dispuse a escuchar a Daniela.
- ¿Quién les vende el café? -le pregunté a la mujer-.
- Los cultivadores de Belén Altavista, San Cristóbal, Bello, Santo Domingo, el barrio y otras partes de la ciudad.
- ¿Cuáles son las variedades que más les traen?
- Sobre todo caturro y variedad Colombia. Nosotros lo compramos en pergamino, lo hacemos tostar y lo vendemos como Café Villa del Campo. Tenemos tres tipos: el tradicional con un 40% bueno y 60% con defectos, el de consumo con 60% bueno y 40% regular y el excelso que es 100% tipo exportación.
En Coffee Express, como se llama la cafetería, compran la cantidad que el campesino les lleve. No cobran comisión. Le dan al caficultor $200 o $300 pesos sobre el precio normal y no le descuentan el 1%. Luego pude hablar con Sergio Mosquera a quién le pregunté cómo se originó esta compraventa de café.
“Comenzó en una cooperativa cafetera donde yo trabajé cuatro años. Ellos decidieron cerrar porque no veían bueno el negocio y entonces yo decidí independizarme. Junto a mi esposa nos arriesgamos y comenzamos a decirle a los campesinos que les compraríamos el café a mejor precio. Nos ubicamos en este sector céntrico, porque en otra época este fue el lugar donde se ubicaron las mayores compraventas de café de la ciudad. Además, acá les queda muy fácil llegar a los caficultores porque todas las rutas pasan por estas calles y solo gastan un pasaje. Por ahora llegamos a comprar entre dos y tres mil kilos a la semana, que provienen de pequeños cafeteros con máximo 3 mil palos de café. También les ayudamos a que procesen sus granos, que aprendan de tostión y de calidades”, me explicó Mosquera.
Si desea tomarse un café en Coffee Express, vaya a Tenerife, en la esquina del parqueadero El Galante, sector de la Alpujarra, el teléfono es 302 302 5391, le va a gustar, se lo aseguro.
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Café de Consumo |
Interesantisimo articulo, estas son actividades que merecen ser divulgadas.
ResponderEliminarGracias Ricci.
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ResponderEliminarPor favor, la dirección exacta. A muchos nos interesa. Gracias.
ResponderEliminarHola, ahí aparece el teléfono y ellos te ubican con toda la queridura del mundo. Es al frente de la Alpujarra, por Tenerife. Ciao.
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